Verónica Magario abandonó antes de tiempo la última reunión del Consejo del PJ que presidió Axel Kicillof. La matancera tenía un vuelo que tomar: viajó con invitación especial a Tucumán para participar del asado y las reuniones que encabezó Alberto Fernández con la UIA y la CGT.

Juan Manzur la sumó a su lista porque la considera una aliada clave en la provincia de Buenos Aires. Cerca del gobernador admiten a LPO que hablan "cotidianamente" y que la relación es de confianza.

También aclaran que esto no responde a los reacomodamientos políticos por el triunfo de Alberto Fernández en las primarias sino que se trata de un vínculo que empezó hace dos décadas, cuando Manzur desembarcó en La Matanza como secretario de Salud en la gestión de Alberto Balestrini. 

En ese entonces, Magario era subsecretaria de Desarrollo Social del municipio y ahí comenzó la amistad con su compañero de gabinete, que llegó a La Matanza por recomendación de Ginés González García. Manzur también se acercó a Raúl, el padre de Magario, un histórico dirigente peronista del Conurbano.

Manzur fue uno de los pocos gobernadores que participó de la asunción de Magario en 2015. También estuvo Sergio Uñac (San Juan), a quien desde La Matanza mencionan como uno de los peronistas de mejor relación con la intendenta, en una lista de amistades en la que suman a Carlos Verna, Lucía Corapacci, Gildo Insfrán y los Rodríguez Saá.

La matancera se acercó a muchos de ellos desde su rol como presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM). En ese puesto también forjó la relación con su vice, el tucumano Javier Noguera (Tafí Viejo), con quien viajó a fines de agosto a Puerto Rico a un encuentro internacional. 

Noguera integra la mesa chica de su gobernador y personifica el ala kirchnerista de los dirigentes que lo acompañan, mientras Manzur sostiene desde hace años una relación tensa con Cristina Kirchner. Su nexo con Magario, una intendenta cercana a la senadora, refleja que no hay bandos estáticos en el peronismo sino una serie de vínculos cruzados que hoy siguen en movimiento y conservan el equilibro, todavía sin haberse cristalizado de cara al nuevo gobierno.  

El tucumano sí se sabe uno de los armadores clave en la campaña de Alberto e incluso se compara con Menem, mientras disfruta haberle ganado al salteño Juan Manuel Urtubey la competencia que tenía por el liderazgo del norte en el peronismo.